Moldes de Silicona

DEFINICIÓN
Los moldes de silicona hechos por nosotros mismos se elaboran utilizando silicona líquida, vertiéndola sobre la pieza que queremos replicar. Esto nos otorga libertad total para crear nuestras propias formas y tamaños, abriendo un gran abanico de posibilidades para crear una pastelería más personalizada.

El proceso de hacer nuestros propios moldes es sencillo y, con los consejos adecuados, podemos asegurarnos el éxito en su elaboración.

Es crucial que la silicona que usemos sea de grado alimenticio, ya que de lo contrario podría transmitir sabores indeseables, como a plástico, o peor aún, ser tóxica.
En el mercado, existen diversos tipos de silicona con diferentes grados de flexibilidad y resistencia a las temperaturas. La elección de la silicona adecuada depende del uso que se le va a dar. Por ejemplo:

- Alta resistencia a temperaturas: Ideal para hornear o trabajar con caramelo caliente, ya que soporta temperaturas elevadas sin deformarse ni liberar sustancias nocivas.
- Baja resistencia a temperaturas: Perfecta para heladería, bombonería o preparaciones que no requieran calor excesivo.

En lo personal, recomendamos el uso de silicona de mayor flexibilidad para facilitar el desmoldado de nuestras elaboraciones, así como aquellas siliconas con alta resistencia al calor. Este tipo de silicona es versátil y puede ser utilizada en una amplia variedad de aplicaciones, desde usos con caramelo caliente a técnicas heladas.
Además, es importante considerar la durabilidad y la facilidad de limpieza de los moldes de silicona. Estos moldes no solo aseguran un desmoldado sencillo, sino que también son resistentes a manchas y olores, lo que facilita su mantenimiento.

PASO A PASO PARA ELABORAR MOLDES DE SILICONA